Olivo Matto

Ungido y enviado, ungido para ungir

Luigi Caricato

Ungido y enviado, ungido para ungir

E’ il nuovo Pontefice della Chiesa Cattolica. Si chiama Jorge Mario Bergoglio e ha assunto per tutti noi il nome di Papa Francesco. Nato in una famiglia di origine piemontese, gesuita, è arrivato fino a noi “quasi dalla fine del Mondo”. Così, dalla comunità di Buenos Aires, da cui proviene, ora è il “padre” di tutti noi. E’ semplice e immediato, ha modi gentili e parole d’uso quotidiano. Ci ha invitato a condivivere la dimensione della fraternità, chiedendo di pregare per lui. Per questo, per omaggiarne la figura, ho pensato bene di riportare un breve stralcio di una sua omelia sugli oli santi.

(…) Este bálsamo de la Bondad divina no es para que lo enterremos, como el que enterró su denario, ni para que lo guardemos enfrascado. Los frascos que serán bendecidos son para distribuirlos en todas las iglesias, en todos los crismeros de cada uno de los curas para salir a tocar la carne vulnerable del pueblo fiel de Dios, que necesita el bálsamo de la bondad divina para continuar su duro peregrinar por esta vida. Roto el frasco del óleo perfumado, como roto quedó el frasco de perfume de nardo con que María ungió los pies de Jesús, el perfume de la Bondad de Dios debe alcanzar con su caricia y su fragancia a todo el pueblo de Dios (que se llene “toda la casa con el olor del perfume” como dice Juan), comenzando por los más pequeños y frágiles, que tanto lo anhelan, hasta alcanzar a todos. Somos ungidos para ungir con esta bondad a nuestra ciudad, de las mil maneras que lo necesita, que lo exige y que lo anhela. (…)

Jorge Mario Bergoglio

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